Mis visitas!!

sábado, 13 de agosto de 2011

Capítulo 27:Herido, ligas más

Como me había  dicho Jonathan, esa noche había una fiesta. Mientras me duchaba, recordaba que Victoria me había dicho que la podía llamar cuando quisiera. No estaba mal tener su número, por lo menos la podía conocer un poco más. Cerré el grifo con la mano buena, y salí de la ducha con cuidado. Me había tenido que duchar con la muñeca izquierda lejos del agua, porque no podía mojármela.
Oí como el timbre de la casa sonaba, y fui a abrir. Pero Jonathan se me adelantó, y me quedé parado en las escaleras cuando vi a Valeri y a Yolanda en el lumbral de la puerta. Las dos estaban iguales, Valeri con su pelo castaño con reflejos rubios y Yolanda con esa sonrisa que siempre ayudaba a sonreír.
-Hola. Nos a dicho Paul que Raúl ya está aquí.- dijo Yolanda con alegría en su voz.
-Sí, está…- Jonathan miró detrás de él.
-Estoy aquí- contesté desde arriba. Bajé las escaleras con cuidado. Llevaba puesto solo los calzoncillos negros aunque eran de esos de pata que te cubrían un poco. La toalla la había dejado tirada en el suelo, porque me pensaba que no llegaba a la puerta. Mis amigas me miraron sorprendidas, pero cuando estuve abajo, Valeri se tiró a por mi. Me dio un abrazo que duró por lo menos cuatro segundos o incluso más. Yolanda esperó a que su amiga se apartara, para darme un abrazo cariñoso.
-Bienvenido, Raúl-me saludó.
Me sentía en casa. Con mis amigos y la felicidad que tenía.
-Hola, chicas. ¿Qué tal os va?- les pregunté mirándolas a ambas. 
-Perfectamente. Íbamos de camino a comprar algo de ropa, y como teníamos que pasar por aquí igualmente… Pues decidimos visitarte- comentó Yolanda echándole una mirada asesina a Jonathan.
-No me mires así. Lo trajimos ayer.
-Pues podrías haber avisado, imbécil.
-¡Ya me estás insultando! ¿No tienes mejores cosas que hacer, sabelotodo? Tira por ahí a estudiar…
-Por lo menos aprovecho el tiempo, no como otros que se pasan el día tirados en el sofá…
-Ya sabes como son- me dijo Valeri soltando un suspiro- No paran de decir burradas hasta que alguien los separa.
-Cierto. ¿Tú estás bien?- le pregunté dándole otro abrazo.
A Valeri la apreciaba mucho. La conocía desde hacía mucho tiempo, y era una estupenda amiga.
-Claro, machote.- bromeó- Siempre estoy bien. Aunque Max no pueda estar a mi lado.
-¿Y eso?
Max era el novio de mi amiga. Estatura media, de familia normal… Se habían conocido en el cumpleaños de Sasha, y desde entonces habían sido novios. Hacían buena pareja, y Max era buen chico para ella.
-Se ha ido a estudiar fuera. Dos meses como mínimo en Roma.
-¿Roma? ¿Porque no se ha ido a Washington?
-Decía que en Roma podía ver mas esculturas y poder documentarse más.
-Todo lo que sea bueno para él… Me alegro de verte.
-Y yo- miró a Yolanda que aun estaba discutiendo con Jonathan- Yolanda, vamos. Nos cerraran la tienda.
-Las tiendas, querrás decir. Me las quiero recorrer todas- agregó ella. Se dio la media vuelta y salió por la puerta.
-Adiós- dijimos Jonathan y yo a la vez cuando cerramos la puerta.

Subí de nuevo hacía mi habitación, y busqué en la maleta algo de ropa para la fiesta. La muñeca me dio problemas al ponerme los pantalones y tuve que pedirle ayuda a mi amigo. Jonathan no paró de reírse al verme tan “ocupado” vistiéndome. Me puse una camiseta blanca que ponía  en el centro: Nueva York  y con grafitis pintados por detrás del nombre; un pantalón vaquero y unos deportivos de marca negros. Estos eran arreglados, dado que llevaban algún tono en blanco que pegaba con la ropa. Bajé a la cocina, y encontré a Jonathan cogiendo su teléfono. Mi amigo iba vestido con una camiseta negra con varias letras en blanco por delante, un pantalón vaquero y unos zapatos. Cuando vi su móvil, me pasó por la mente que el mío estaba en la chaqueta de ayer. Subí arriba un momento, lo cogí y vi que tenía dos llamadas perdidas de Estela.
-Perfecto- dije cabreado mientras me metía el móvil en el bolsillo.

Llegamos a la fiesta en el coche de Tom. Se hacía en un chalet justo al lado del río. Había mucha gente en la fiesta y bañándose en la piscina. Algunos llevaban ya una cerveza en la mano o algún vaso que posiblemente llevaría alcohol. Mis amigos se fueron a saludar a la gente que conocían, y me dejaron solo en medio de la fiesta. Vi a lo lejos a Sasha, Paul, Mario… y fui a saludarlos.
-Hola- dije cuando estuve cerca de ellos.
Al principio me miraron extrañados porque no me reconocían, pero luego Paul me dio un abrazo. Mario un apretón de mano, y Sasha un abrazo.
-No te reconocía, Raúl- admitió Paul.
Él era un amigo del trabajo. Junto con Terry, los dos me habían ayudado a aprender un poco más de la mecánica y acabamos siendo amigos. Paul era un chico de estatura media, con bastante barba y pelo castaño. Vestía con una camiseta debajo de color marrón y encima una chaqueta desabrochada de rayas.
-Es por el corte de pelo y la barba. Que ya no la llevo, y no me reconocéis.
-Vas bien con el pelo así. ¿Quién te lo cortó?- pregunto Mario bromeando.
Mario era un chico bastante alegre. Su cara era de niño y a veces me preguntaba como podía tener una sonrisa que dejaba a las chicas locas. No me caía muy bien, pero era como mi “amigo”. Vestía con una camisa de manga larga donde se le podía notar las clases de tenis en los brazos.
-Es una larga historia. ¿Todo bien por aquí?
-Ya ves. La fiesta sigue y sigue… Aquí no nos cansamos de nada.- aseguró Sasha, y bebió un tragó del mojito que llevaba en las manos.- ¿Y tú que tal, hermanito?
Ella me llamaba así porque muchas veces nos habían confundido como hermanos. No sabía por que, pero lo hacían. Y acabamos por llamarnos así. A veces, me preguntaba: ¿estaría bien tener un hermano?
Es decir, tener a alguien para contarle tus cosas y pedirle consejo o su opinión. Aunque yo ya había tenido una amiga y una hermana en la misma persona.
Jane era esa persona. Nadie podía imaginarse cuanto la echaba de menos. Fue una buena amiga.
La fiesta se estaba animando. Varias personas, incluido Toni, se tiraban a la piscina de cabeza o de bomba provocando que los que estuvieran alrededor se mojaran enteros. Yo no me lo estaba pasando muy bien, pero todo estaba apunto de cambiar.

3 comentarios:

  1. Me encanta, una historia muy interesante y atrayente, la sigo.
    me sigues?
    http://audiblesuspiro.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  2. Me gusta tu historia! Me ha llegado tu blog por tuenti, y la verdad es que ha merecido la pena :)
    Sigue escribiendo, que está genial y enhorabuena por la novela,muy buena. Soy una nueva seguidora tuya, intentaré comentarte mas a menudo, un beso! Me devuelves el favor? :)
    http://meditacioncomomedicacion.blogspot.com

    ResponderEliminar
  3. Hola. Apenas he empezado a leer tu libro, es muy interesante. Sigue así, con mucho ánimo !! He conocido tu blog por tuenti. Te sigo. Espero q me visites, seria un honor.
    http://los-reflejos.blogspot.com/
    Un beso.

    ResponderEliminar