Mis visitas!!

sábado, 17 de septiembre de 2011

Capítulo 35: El Calendario


Estela le hizo las fotos a Kristen. Yo miraba embobado a la modelo por como se ponía, y muchas veces me miraba con una sonrisa que significaba algo más. Cuando terminó de hacerle las fotos, me llamó para que me pusiera con la modelo. Al coger a Kristen por la cintura para hacer la primera foto, sentí como se pegaba un poco más a mi. ¿Podía ser que a la modelo le gustara?

Pasaron como dos horas y por fin habíamos terminado. Las fotos se pasaron enseguida a un ordenador donde iban a ser vistas por toda la agencia y además, serían retocadas. No me gustaba las fotos retocadas porque se ponían algunas cosas que no eran ciertas en la realidad. Pero yo no era el que mandaba.
-Genial, las fotos son estupendas. Ahora nos toca a nosotros, Raúl- me dijo Estela dándome un corto abrazo.
-Señorita Brulloti- gritó alguien el apellido de Estela en medio de la sala. Nos volvimos y vi a la secretaria de la agencia. Venía corriendo y se paró cuando estuvo cerca de nosotros.
-¿Qué pasa ahora?-preguntó Estela separándose de mi.
-Tiene que salir ahora mismo de la sala. La señorita Lii necesita la sala porque tiene que hacerle unas fotos a un modelo.
-¿Quién?-entrecerró los ojos Estela- ¿Lii? ¿Quién es esa?
-Una chica nueva que acaba de llegar de Londres. Dice que necesita urgente la sala-la secretaría miro la sala sin parar su mirada en nada concreto.-Y por lo que veo, tú ya has terminado de hacer las fotos para el Calendario.
-Sí, he terminado pero…
-Lo siento, pero si quiere hacer más fotos tiene que ser mañana.
Noté como Estela cambiaba las emociones de su cara. Pasaba de estar contenta a estar triste. Le cogí de la mano para que se sintiera mejor.
-Pues nada… Otro día será- le contestó a la secretaría, y ésta se fue.
Me dijo que me vistiera y eso hice. Encontré mi ropa tirada en el suelo al lado de varias personas que me miraron con cara de asco. Me sorprendí por esto, pero no le di mucha importancia. Quizás era envidia… o a saber qué, pero no pensaba tomarme las miradas de la gente muy a pecho. Era verdad que mucha gente se había sorprendido al enterarse que Estela y yo “salíamos” juntos, pero también era verdad que a varias personas les había enfadado vernos así. Antes, cuando salía con Estela, la gente de nuestro alrededor (los que nos veían por la calle, comprando, paseando o incluso estando juntos en pasarelas de modelos), se inventaban rumores para acabar con nuestra relación. Estela y yo, estuvimos a punto de romper nuestra amistad por culpa de una chica que dijo que le había besado yo. Todo era mentira, es verdad que el tiempo que salí con la modelo, muchas chicas se interesaron por mi (o por el dinero, no sé), pero nunca le puse los cuernos a Estela. Mi relación con ella fue una de las mejores de toda mi vida y no pensaba romper así porque sí.
Terminé de vestirme, y oí como mi móvil sonaba en el interior del pantalón. Lo saqué del bolsillo y empecé a andar. Cuando lo saqué, no lo pude ni mirar, porque me choqué con una persona y caí al suelo. Me di en la espalda contra el suelo de madera y me quedé tumbado mirando al techo. Soplé un segundo, y me levanté para ayudar a la otra persona.
-Lo siento mucho. Me sonó el móvil y no me di cuenta que venía usted de frente- dije mientras miraba a la persona.
Era una chica, pero no pude verle la cara. Le cogí de la mano para ayudarla, y se levantó. Cuando se puso de pie, comprobé que la chica tenía un cuerpo perfecto. Iba vestida con unos pantalones negros ajustados, una camisa sin mangas azul oscuro y unos tacones que pegaban con la camisa.
-La culpa es mía, tenía que mandar un mensaje y me entretuve demasiado- me miró con una sonrisa y alargó el brazo hacia mi- Hola, soy Lii, la nueva fotógrafa que acaba de llegar.
-Ah, encantado-le estreché la mano- Soy Raúl.
-¿Eres el novio de Estela verdad? Juraría que te he visto en alguna revista…
-Sí, soy su novio- me costó pronunciar ésta palabra- ¿Salgo en revistas?
-Acabo de ver una con tu foto y nombre abajo, en secretaría.- se rió.
Lii tenía el pelo oscuro recogido en una coleta de caballo, y llevaba puesto unas gafas de vista de color negro. Era asiática porque sus ojos se parecían a los de los japoneses.
-Malditos fotógrafos. Siempre sacan lo que quieren.
-Para eso estamos. Aunque yo nunca he trabajo para revistas…
Le sonreí un rato. Aquella chica parecía simpática, no como la otra asiática que conocía… Okiyo no era para nada simpática. Solo era una chica que estaba mal de la cabeza, y le gustaba matar a gente antes que hacer fotos.
-Bueno, pues yo me voy ya. Que Estela me espera. Encantado de conocerte, Lii.
Me despedí y seguí andando hacía la puerta. La abrí y cuando la cerré recibí un mensaje al móvil. Lo miré extrañado y comprobé de quien era. Era un número desconocido. Le di abrir, y ponía:
Ahora eres el novio de Estela… impresionante. ¿Cómo lo haces? ¿eh? ¿Que dirá la pobre Victoria sobre todo esto? Cuánta pregunta ¿verdad? Pero todo esto te lo buscas tú, Raúl. Ah, ¿te ha gustado mi segunda identidad? Ahora soy Lii, una fotógrafa de Londres, que trabaja para una de las mejores agencias del mundo. Lo que puedo hacer para perseguir a mi objetivo número doscientos. Por cierto, ten mas cuidado y no mires más el móvil. No me ha hecho gracia chocarme contigo pero si verte. Eres patético… Adiós, Raúl. O te tendré que llamar… ¿Raúl Brulloti?
Un beso lleno de “dulzura “
Okiyo.
No podía ser que la chica con la que… No. ¿Me había chocado con ella y no la había reconocido? ¿Lii en realidad era Okiyo?

Estando en casa de Estela, la visión que tenía sobre Lii se borraba para dejar paso a Okiyo. ¿Cómo había conseguido meterse en la agencia sin ser descubierta? ¿Cómo me había encontrado? Tanta pregunta y ninguna respuesta. Me dolía la cabeza solamente de pensar en ella. Era imposible que me hubiera encontrado. Parecía que me tenía puesto un micrófono o algo para poder saber a donde iba y que hacía. También se había enterado que salía con Victoria. Okiyo era lista y muy cuidadosa, ya me lo había mostrado. Me acababa de dejar agotado con solo imaginarme que le hacía algo a Victoria. Había matado a miles de personas y no me iba a dejar con vida solo porque le atraía físicamente. Tenía que cumplir su objetivo, y supuse que eso iba a hacer tarde o temprano.
Escondí la cara entre mis manos y suspiré. Me daba miedo perder a Victoria como paso con Jane. Era una buena chica y no se merecía morir por mi culpa. Al igual que Jane…. Una lágrima bajó por mi mejilla sin darme cuenta. Por mi culpa había muerto una persona y ¿Qué hacía yo al respecto? Seguir con mi vida sin mirar atrás, esperando comenzar de nuevo. Pero eso no es posible. Ya veía que no, que Okiyo me perseguiría junto con Alejandro hasta matarme; que cualquier relación acabaría mal por mi culpa…
Sonó mi móvil que estaba encima de la mesa. Lo dejé sonar, sin cogerlo… Estaba metido en mis recuerdos, no quería hablar con nadie. Pero, ¿y si era Victoria?
Levanté la cabeza y miré el móvil. Lo cogí después de que sonara cuatro veces.
-¿Diga?- pregunté secándome las pocas lagrimas que habían caído.
-Raúl, ¿Dónde estás? Jonathan me ha dicho que te has ido con tu prima a Los Ángeles. ¿Qué esta pasando?- la voz de Victoria retumbo en mi cabeza provocando que el dolor aumentara.
-Victoria, no sabes las ganas que tenía de oír tu voz-le contesté sonriendo- Sí, estoy en Los Ángeles, pero vuelvo mañana sin falta. Tenía que arreglar unos papeles de mi madre. ¿Y que tal está mi pequeñaja?
-Yo estoy bien. Me asusté cuando no te encontraba, la verdad.
-¿Me estabas buscando? ¿Para qué?
-Para salir un rato con los amigos… ¿Y que haces con tu prima?
Me sentí mal por no estar con ella. Querer besarla y decirle toda la verdad… Pero era imposible.
-¿Con mi prima? Pues estábamos arreglando los papeles dado que ella es abogada y me ayuda bastante.
-Vale. Aquí no ha pasado mucha cosa. Oye, tú sabías que Demi y Jonathan salían juntos?
Me puse tensó a pesar de que no me veía.
-Sí, me lo dijo Jonathan al día siguiente de la fiesta. ¿Por?
-Pues.., es porque los acabo de ver besándose. Estamos todos en casa de Tom, nos ha invitado a unas cervezas… Aunque faltas tú.
-Lo siento mucho por no estar. Pequeñaja, he pensado mucho en ti.
-¿En mi?
-Sí, en ti. Ha habido noches que te he querido a mi lado, aunque sea solo para hablar. No estoy muy bien.
-Raúl… no sabía que sintieras ese sentimiento hacia mi.
-Tengo muchos sentimientos, lo único que quiero demostrártelos poco a poco.
Oí como se abría la puerta de la habitación y miré hacia atrás para ver si aparecía Estela.
-Eso espero. Me pensaba que no tenías un hueco para mi.- se rió.
Su risa era preciosa.
-Siempre tengo un hueco para mi pequeñaja y lo sabes. Bueno, mi prima viene con unos papeles. Luego por la noche si puedes, hablamos por el Facebook, ¿vale?
-Adiós, Raúl. Intentare ponerme.
Colgué y miré el móvil con tristeza. Estela me tocó por detrás y me dio un beso en la mejilla.
-¿Con quien hablabas?-me preguntó rodeando el sofá y sentándose a mi lado.
Paso mi brazo derecho por detrás suya, y se acurrucó en mi pecho.
-Era Jonathan, que no se aclaraba con  la televisión.
-¿Es nueva?
-No, es solo que le he metido unos canales nuevos de fútbol y no sabe buscarlos.
Estela se rió y me miró con una sonrisa.
-Raúl- le miré al llamarme- no quiero que te vayas mañana.
-Me tengo que ir, Estela. No puedo quedarme más tiempo.
-Mañana veré si te puedo convencer, ahora solo quiero ver una película con mi chico ideal.
<<Yo no quiero ser el chico ideal de nadie, solo quiero encontrar a mi chica ideal>>, pensé con tristeza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario